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Entrevista

Serafín Zubiri: "Las bandas de música son mucho más que un pasodoble"

"Mi afán de superación nace de mi ceguera" "La vida me ha enseñado que no hay que decir que no"

Serafín Zubiri durante una de sus actuaciones.

¿Cuál es el ingrediente secreto de Recordando a Nino Bravo

Tiene varios. Primero es especial porque estoy emulando a mi ídolo por excelencia. Tengo la suerte de haber podido colmar mis expectativas como artista porque cuando uno admira a alguien y llega a cantar sus canciones es una maravilla. Me siento muy realizado porque Nino Bravo ha sido el mejor artista que ha dado nuestro país y mi maestro. En cuanto al público, tiene varios ingredientes atractivos. Evidentemente, uno es Nino Bravo, que es un mito inmortal y otro importante es la banda de música. He acertado con la fórmula de hacer el espectáculo con orquestas o bandas sinfónicas porque enriquece la parte musical de la propuesta y porque las bandas tienen mucho tirón en sus ámbitos de influencia. Hacemos una doble función no porque va Serafín Zubiri a cantar, se ha llenado porque es Nino Bravo y porque está la banda de Manacor detrás. También puede influir un poco el hecho de que sea un cantante conocido, pero tengo claro que si no actuara con la banda, no habría llenado dos días. Tengo los pies en el suelo y he tenido la suerte de dar con una fórmula que funciona a las mil maravillas. Llevo más de 70 conciertos por España y estoy encantado. Es la primera vez que actúo en las islas y llegar con dos funciones llenas, imagínate lo que supone.

¿Manacor puede presumir de banda?

La banda suena muy bien, puede presumir de tener una banda de lujo.

¿Por qué las bandas deben diversificar su oferta musical e ir más allá de la música bandística?

Primero porque tienen capacidad para hacerlo. Una banda es mucho más que un pasodoble y afortunadamente se está diversificando mucho el espectro de posibilidades. Muchos artistas ofrecen espectáculos con bandas. También lo deben hacer porque es una manera de enriquecer a la formación, que afronta más estilos y hace que las bandas sean más versátiles. Por supuesto, esta diversificación enriquece al público que disfruta de espectáculos diferentes. Si se enriquece la oferta artística, es una manera de captar otro tipo de público y llegar a más gente. Las bandas están abiertas a este tipo de propuestas porque el resultado es muy óptimo.

Ha representado a España dos veces en Eurovisión, ¿qué opciones tiene Tu canción ?

Primero quiero puntualizar que el veredicto final de Eurovisión no es decisión de un jurado técnico, lo que desvirtúa lo que es un festival que sirve para decidir la mejor canción de Europa. Y como depende todo de los apoyos políticos de unos países a otros, es difícil pronosticar qué opciones tiene. El año pasado nos sorprendió que ganara Portugal con una canción que no era eurovisiva. El festival se ha convertido en un espectáculo audiosivual más que musical, entonces, la música tristemente ha pasado a un segundo plano. Ganar no ganarán, no porque la canción no lo merezca, lo digo por los apoyos. La propuesta es interesante, rompe con lo que estamos acostumbrados, así que intuyo que quedarán en buena posición.

Es una persona que no le da miedo asumir retos. ¿Cuál es su próximo reto a nivel deportivo?

Hago mucho ciclismo y en mayo iré de Burdeos a Bilbao en tres etapas. Todos los años que puedo hago el Camino de Santiago. Hace cuatro años empecé a patinar por una propuesta que me hicieron para ver si era capaz de aprender a patinar y correr la maratón más dura del mundo. Lo he conseguido tres veces gracias al esfuerzo. Mi reto inmediato es que me gustaría correr la maratón de Berlín en patinaje.

¿De dónde nace este afán de superación?

Creo que de mi ceguera. No hay mal que por bien no venga. El factor de mi ceguera ha marcado mi vida totalmente pero en un sentido positivo. Si hubiera sido vidente, creo que no hubiera hecho la mitad de las cosas.

Asegura que la capacidad de superación está por encima de los límites que se fija la propia persona.

¡Sin duda! La vida me lo ha demostrado en muchas ocasiones. Por ejemplo, cuando me llamaron para hacer Mira quien baila dije que no y al final llegué a la final. También me llamaron para hacer Splash. Mi reacción fue un 'no' pero al final acepté porque la vida me ha enseñado que no hay que decir que no. No puedo conducir un coche pero lo que sea susceptible de poderse alcanzar, hay que intentarlo. Como dijo un político, la felicidad consiste en colocar la ambición cerca de los objetivos que se puedan alcanzar, por tanto, si uno es ambicioso en el buen sentido de la palabra, es cuando se consiguen las cosas. También hay que estar preparado para la frustración aunque yo asimilo muy bien la derrota y el fracaso porque son parte de mi aprendizaje vital.

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