Entre pitos, velas y gritos de "transparencia", "participación" y "dimisión" fueron recibidas ayer tarde en el Casal Solleric las autoridades, con el alcalde José Hila al frente, que asistieron a la inauguración de la exposición Una autopista detrás del enchufe. Alrededor de cincuenta personas, la mayoría del sector del arte, participaron en esta acción con ecos de arruixada que, bautizada como El Solleric... a dos velas. De Lladró a Red Eléctrica Española, exigió "el cumplimiento de buenas prácticas profesionales en todas las entidades culturales con representación municipal" y la sustitución de la actual directora general de Cultura en Cort, Francisca Niell, por "una persona apta para la mediación e interlocución".

La protesta, que transcurrió sin incidentes serios, más allá de alguna discusión entre miembros de seguridad y manifestantes con silbato en el interior del Solleric, encuentra algunas de sus claves en el cese del director del Solleric, Fernando Gómez de la Cuesta, y en el futuro incierto de la Fundació, cuya gerencia está previsto que recaiga en la comisión ejecutiva, de mayoría política, un cambio que para la Associació d'Artistes Visuals (AAVIB) responde a "una operación de cosmética".

El momento más tenso de la protesta llegó cuando el alcalde José Hila se acercó a dos de los representantes de la AAVIB, Paco Espinosa y Carles Gispert, a quienes transmitió, no sin dificultades, ya que el Solleric fue sometido a una pitada con precedentes, los de la masiva arruixada de 2001, que el ayuntamiento sí "trabaja por la participación".

"Cort ha fracasado totalmente", le corrigió Espinosa, quien aseguró que las propuestas del sector, "por el cambio", no han sido escuchadas. "500 días después, el Solleric está en situación cero. Tienen que tomar medidas y reflexionar de un modo serio", espetó.

Gispert y Espinosa cargaron contra la exposición de Red Eléctrica, "una muestra que no pertenece al ámbito del Solleric, un centro de cultura contemporánea", y que "solo responde a un compromiso por los trabajos realizados por esta compañía en el Aljub del Solleric, al reformar este espacio por 7.000 euros".

Enseñar el funcionamiento del sistema eléctrico español y sensibilizar a los ciudadanos sobre el uso eficiente de la energía son los dos principales propósitos de la exposición Una autopista detrás del enchufe. Una muestra que llega a Palma tras ser vista por 400.000 personas durante su itinerancia por otras siete ciudades españolas y que se inauguró ayer en la planta noble del Casal Solleric.

Producida por Red Eléctrica de España y abierta al público hasta febrero de 2017, la exposición ha sido diseñada y creada con el objetivo de explicar de forma muy didáctica y a través de un recorrido interactivo cómo se manifiesta, produce y transporta la electricidad, y cómo se operan los sistemas eléctricos, "en definitiva, qué pasa desde que la electricidad se genera hasta que llega a nuestras casas".

"Es una muestra muy didáctica, para todos los públicos y muy interactiva. Una exposición muy divertida que ofrece ideas para sensibilizar al ciudadano sobre la necesidad de un uso eficiente y responsable de la energía", afirmó ayer, durante su presentación, el director de Comunicación de Red Eléctrica, Antonio Prada.

En este sentido, Prada apuntó que en los últimos tiempos está siendo "el propio consumidor quien gestiona su curva de demanda", un papel que en el futuro "aumentará con el coche eléctrico. Por primera vez podemos ser protagonistas de nuestro propio consumo", subrayó.

Por su parte, el regidor de Cultura, Patrimoni, Memòria Històrica i Política Lingüística, Llorenç Carrió, lamentó la escasez de museos que abren sus puertas "a la difusión científica" y destacó "la vertiente educativa" de una exposición que se apoya en vídeos, paneles gráficos, pantallas táctiles, juegos y diversos espacios multimedia que aprovecharán las visitas escolares programadas.