El 9 de agosto de 2016 está marcado en rojo en el calendario de muchos analistas. Fue el día en que Balears soportó la mayor presión humana de toda la historia, es decir, el momento en qué más gente vivió de manera simultánea en las islas: 2.036.132 personas. Un record que pulverizó otro anterior, de 10 de agosto de 2015, cifrado en 2.010.520 habitantes. A pesar de la punta máxima, la media de habitantes en Balears en agosto del año pasado no se alejó mucho del pico máximo, situándose en los 1.968.212 habitantes. Todo indica que, un año más, se volverán a pulverizar todas las marcas. Y es que más allá de la estampa idílica de turistas y residentes disfrutando de sus vacaciones estivales, existe una trastienda logística que permite absorber sus impactos ambientales. Depuradoras, hornos de incineración y red eléctrica pasan desapercibidos si funcionan correctamente.
¿Adónde van las miles de toneladas de residuos que se generan actualmente en las islas? Mientras que los residuos no separados, el conocido como rebuig, termina en vertedero en el caso de Menorca, Eivissa y Formentera, en Mallorca se gestiona a través de la planta de valorización energética de Son Reus. Es decir, a día de hoy todos los residuos que se generan en Mallorca o bien son incinerados o reciclados, dependiendo de cómo los depositen los ciudadanos en los contenedores de la vía pública.
Y los datos dan buena cuenta del paralelismo que existe entre residuos y actividad económica: a mayor actividad económica, mayor generación de residuos. A más crisis, menos residuos. No hay más. Así lo ponen de manifiesto los datos que periódicamente da a conocer el Consell de Mallorca, que tiene las competencias en gestión de residuos urbanos en Mallorca a través de la empresa concesionaria Tirme. Tirando de histórico, en junio de 2014, se enviaron a la planta incineradora de Mallorca 45.419,42 toneladas. Una cifra que no ha parado de crecer en años posteriores: 48.434,48 en 2015; 50.340,22 en 2016 y 59.027,05 en 2017. O dicho de otra manera, en tres años de diferencia, se ha incrementado el volumen de residuos incinerados en más de 13.607,63, es decir, un aumento del 30 %. "Es espectacular", coinciden todas las fuentes consultadas.
Sin embargo, estos datos de récord no se circunscriben al mes de junio de este año. Desde enero, mes a mes, Mallorca ha generado más residuos que cualquier mes del periodo 2014-2017 y que de 2013, 2012, 2011, 2010€ De hecho, en el primer semestre del año se han incinerado 272.649 toneladas, 32.000 más que en el mismo periodo del año pasado y 54.000 más que en la misma horquilla de 2014. Y el mes de julio y agosto se esperan superar todos los récords. Esta situación choca frontalmente con el horizonte trazado por la Unión Europea: en 2020 hay que reciclar el 50 % de los residuos que generamos. Una meta casi imposible de acometer, más cuando el porcentaje de residuos que se reciclaron en Mallorca durante el 2016 no llegó ni al 15 %.
Por todo ello, tanto el Govern como el Consell están trabajando para articular diferentes herramientas que buscan ser un revulsivo para las cifras de reciclaje. El Govern a través de la ley de residuos autonómica y el Consell de Mallorca con el nuevo Plan Director Sectorial de Residuos (PDSR). "El PDSR se encuentra en estado avanzado de redacción", explica Sandra Espeja, consellera ejecutiva de Medio Ambiente del Consell de Mallorca. Ello después de un plan de participación en el que se ha buscado la involucración de la ciudadanía y de otros estamentos implicados.
Y es que, según prosigue Espeja, "habrá dos documentos: el Plan de Gestión, cuya propuesta se enviará al Govern a finales de año, y el Plan Sectorial que hace referencia a las infraestructuras y donde el cambio más importante son las nuevas plantas de tratamiento de materia orgánica siguiendo la hoja de ruta marcada a principio de legislatura y que permitirá el cierre de dos líneas de la incineradora". El documento, en palabras de la consellera, tiene prevista su aprobación inicial el mes de diciembre de este año.
Sin embargo y pese a la voluntad política de cierre de dos de los cuatro hornos de incineración, los datos de generación de residuos y de aquellos que no se separan en origen van hacia otro sentido: ¿cómo se pueden cerrar dos hornos de incineración a juzgar por los datos de incremento de los últimos años?
Por todo ello, el PDSR va acompañado de varias herramientas que buscan incentivar el reciclaje. Entre otros, "obligar a la separación de la materia orgánica, promover campañas de reducción así como la subida de las tasas de recogida selectiva gracias a que ahora se gestiona directamente a través de los ayuntamientos con el asesoramiento y ayuda del Consell. Cada pueblo trabaja así, según su realidad y necesidades, aplicando soluciones más eficientes a cada problema en concreto", explica Sandra Espeja. Otro de los puntos que pretende contemplar el plan es que la llegada de residuos de Menorca, Eivissa y Formentera para ser incinerados en Son Reus solamente sea por cuestiones de urgencia y siempre de manera esporádica.
El consumo eléctrico
Algo parecido ha sucedido con el consumo eléctrico aunque por motivos diferentes. La demanda de las islas ha ido incrementándose también los últimos años. Así lo atestiguan los datos facilitados por Endesa. Los datos de Balears, pese a que han marcado una tendencia moderadamente alcista entre el periodo 2013-2017, ha sido este mes de junio donde se ha detectado un pico de consumo eléctrico pasando de 523.844 MWh en junio del año pasado a 573.540 MWh este año, 50.000 MWh más. "Este incremento de consumo se debe a las elevadas temperaturas que hemos tenido este mes pasado", explican desde Endesa. En cuanto a la demanda eléctrica durante los meses de agosto entre 2013 y 2017, ha permanecido más o menos estable registrándose un menor consumo en el mes de agosto del año pasado que en el del año 2015, cuando se alcanzaron los 647.450 MWh.
