"La planta de reciclaje de Valdemingómez tiene una capacidad, determinada por su espacio, y esa capacidad acabará acabándose. Así que cuanto más separemos los residuos según su naturaleza desde el origen, más tiempo podrá durar esta herramienta de gestión de basuras", apuntó la concejala.

Así, los inspectores municipales podrán husmear en los 300.000 cubos de basura orgánica y de plásticos de los edificio de Madrid, y levantar acta cuando comprueben que la separación de residuos no se ajusta a la norma. La ordenanza también fija la obligación del Gobierno local de recoger la basura de forma selectiva.

Tampoco se podrá abandonar o depositar la basura en espacios públicos, se sancionarán las acciones vandálicas contra contenedores y papeleras, y se realizarán acciones de información y sensibilización para los madrileños sobre este tema.

Además, la Ordenanza introduce otras novedades como la prohibición de reparar vehículos en la vía pública, de arrojar residuos por las ventanas, de dar de comer a los animales en la calle, de almacenar residuos fuera de los contenedores de obra, de abandonar trastos viejos, de introducir materias encendidas o inflamables en papeleras y contenedores, o de dejar publicidad en los vehículos que están estacionados.

En concreto, la nueva Ordenanza, que adapta a las nuevas legislaciones europeas la actual, que lleva 23 años en vigor, elevará las sanciones leves por hacer graffitis en los edificios de 300 a 3.000 euros, y las graves de 600 a 6.000 euros. Las multas podrán conmutarse por trabajos para la comunidad o por cursos de sensibilización.

Según datos municipales, en 2007 hubo más de 12.500 quejas por este asunto, y el Ayuntamiento gastó más de seis millones de euros para quitarlos de las fachadas. Además, desde el año pasado hasta ahora se han limpiado más de dos millones de metros cuadrados de algo que Botella calificó como "vandalismo, no arte".

Con respecto a los animales de compañía, se prohíbe limpiar a los animales en la calle y se establecen multas de entre 750 y 1.500 euros para quienes dejen los excrementos en la vía pública. Los policías municipales serán los encargados de levantar acta cuando detecten esta conducta, con la única excepción de los ciegos con perro-guía. Según el Ayuntamiento, en 2007 se recogieron 1.198,5 toneladas de caca de perro de la ciudad.

ACTOS PÚBLICOS Y VEHÍCULOS

Con respecto a la limpieza derivada de los actos públicos (6.023 el año pasado, 7.580 previstos para este ejercicio), serán los organizadores quienes deban garantizar que no se ensucie antes, durante y después del evento, y el Consistorio podrá incluso exigir una fianza por los costes derivados de trabajos extraordinarios de limpieza. La única excepción será la de actos relacionados con el ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas.

En cuanto a los residuos de construcción y demolición, "que tienen un gran impacto en la gestión de los residuos", los sacos y contenedores deberán estar homologados y en ellos deberán depositarse todos los residuos. Además, deberán permanecer cerrados entre las 20.00 y las 8.00 horas, y no podrán ser instalados los días festivos y de fin de semana en las zonas de interés turístico, de ocio, lugares de celebración de eventos deportivos y rastro.

Además, si alguien abandona un vehículo en la vía deberá hacerse cargo, a partir de ahora, de una sanción grave de hasta 3.000 euros, así como de los costes de traslado y estancia en el depósito. Los propietarios podrán, no obstante, solicitar los servicios municipales para retirar el coche previa renuncia y baja en la Dirección General de Tráfico (DGT).

PUNTOS LIMPIOS Y RECICLAJE

La ordenanza también legisla por primera vez los 15 puntos limpios fijos de la capital y los 104 móviles, que reciben todos los residuos que, por su naturaleza y/o volumen, no pueden ir en los cubos.

Así, se establecerán procesos de admisión de los residuos en los parques, a donde deberán llegar ya separados, con el objetivo de alargar la esperanza de vida de la planta de Valdemingómez, donde el año pasado se recuperaron 201.113 toneladas de material reciclable, gracias a lo cual se redujeron las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera en 796.000 toneladas y se produjeron 325.060 megavatios por hora al año. También se crearon 90.760 toneladas de compost.

En cuanto a los aparatos eléctricos y electrónicos, muchos de los cuales requieren un tratamiento determinado para su reutilización y reciclado, se regula su desecho para "evitar vertidos incontrolados y aprovechar los residuos", apuntó Botella.

DATOS HASTA AHORA

Según el Ayuntamiento, durante este año se destinarán más de 500 millones de euros a diferentes actuaciones de limpieza y gestión de residuos en Madrid. En una ciudad de más de 3,1 millones de habitantes, "el presupuesto de limpieza solo supone casi el 50 por ciento del total" desde que Alberto Ruiz-Gallardón es alcalde, según apuntó la delegada de Medio Ambiente.

En total, trabajan en la capital 7.500 operarios con 431 camiones y 1.126 máquinas, y además se dispone de un Servicio de Limpieza Urgente (Selur) para casos excepcionales. Por la ciudad hay distribuidas unas 54.000 papeleras y 300.000 contenedores, lo que según Botella hace de Madrid "una de las ciudades del mundo con mejor gestión de residuos y una limpieza más respetuosa con el Medio Ambiente".

"Queremos mantener estos niveles de calidad. Hay que llegar a nuevos barrios, y hacen falta nuevos recursos y nuevas infraestructuras, porque Madrid ha crecido mucho en últimos años", indicó la edil, apuntando que además la nueva ordenanza recoge el principio europeo de 'Quien contamina, paga'.

Según concluyó, la producción total de residuos urbanos de la ciudad ha experimentado un incremento del 5,9 por ciento en el último cuatrienio (2004-08), mientras que la actividad económica en el mismo tiempo creció un 49,5 por ciento. Además, las bolsas de 'restos', las más contaminantes, son un 5,8 por ciento menos que hace unos años mientras que la de envases, las más ecológicas, han aumentado un 10,1 por ciento.