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Guerra en Ucrania

Uno de los cien españoles que quedan en Ucrania: "Me siento frustrado, he dejado de contar para la Embajada"

Marcos Medel, un riojano que vive y trabaja en Odesa con su mujer, ucraniana, asegura que manifestó querer salir del país y la delegación diplomática le ha dicho que no le pueden ayudar

Marcos y su mujer, Diana, durante un viaje hace unas semanas por Ucrania.

El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, ha dicho este viernes que "se les ha ofrecido" salir de Ucrania a los cien compatriotas que quedan en Ucrania tras la salida del último convoy que va a ofrecer la Embajada en Kiev, tras el empeoramiento de la situación. Albares ha asegurado que los que se han quedado lo han hecho por "voluntad propia". "A mí nadie me ha llamado preguntándome si quería irme del país. De hecho soy yo el que está llamando para que me saquen de aquí cuanto antes, ayer les envié mis datos de contacto y hoy me han comentado que no pueden ayudarnos porque tienen una capacidad operacional limitada y solo han podido ayudar a la gente de Kiev", dice Marcos Medel a Levante-EMV, diario del mismo grupo, Prensa Ibérica, que este periódico, vía telefónica desde Odesa, ciudad en la que vive y trabaja desde hace dos años junto a su mujer, Diana, que es ucraniana.

Este joven de 25 años, natural de Calahorra (La Rioja), observa la salida del convoy de españoles desde Kiev -en el que viaja la propia embajadora en Ucrania, Silvia Cortés, y el resto de su legación- con incertidumbre. "Me siento un poco frustrado, viendo esa respuesta, creo que ahora mismo he dejado de contar para la Embajada", indica. Afirma que su frustración se extiende al Gobierno. "Ayer, Pedro Sánchez decía que estaban haciendo todo lo posible por ayudarnos y no me parece que esto sea la forma de actuar", asevera.

Entiende que se priorice Kiev pero pide "un plan" para el resto

Medel entiende que se haya priorizado la evacuación de Kiev. "Porque si hay una ciudad que está siendo atacada de manera más brutal, entiendo que quieras focalizar tu ayuda allí para poder salvar a la mayoría de gente", incide. Es en Kiev donde se está desarrollando la principal ofensiva rusa durante la jornada del viernes, con las fuerzas invasoras asediando la capital y miles de civiles buscando refugio en sótanos y el metro. Medel vive en Odesa, ciudad portuaria a orillas del Mar Negro que vive del turismo y célebre por ser el lugar de los hechos en los que se inspiró la película soviética 'El acorazado Potemkin'. Odesa está a unos 500 kilómetros al sur de Kiev, a 7 horas encoche. Acudir hasta Kiev en coche hasta llegar a un convoy, dada la situación, era inviable.

Rusia atacó objetivos militares en Odesa durante la primera madrugada de ataques, pero en las últimas horas hay una tranquilidad relativa en los alrededores, según constata el propio Medel. No muy lejos de allí, en la misma región de Odesa pero en medio del Mar Negro, se ha producido el episodio de la Isla de las Serpientes, un islote ucraniano que estaba habitado solo por tres guardias fronterizos que defendieron ese pedazo de tierra ante el ataque de un buque ruso. Los ucranianos se negaron a rendirse y murieron bajo el fuego del barco. No obstante, el joven Medel entiende la priorización de la evacuación de Kiev por ser un escenario más candente.

"Ahora estamos buscándonos la vida. El jefe de mi chica nos está ofreciendo su segundo coche para poder viajar a Moldavia"

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Este riojano lamenta, de todas formas, que "debería haber un plan" por parte de España para quienes quieran regresar y no estaban en Kiev. "Una de dos, o no tienen constancia del número real de españoles que viven en Ucrania y por tanto no se ha tenido en cuenta nuestra situación; o han escogido ellos mismos a aquellas personas que quieren evacuar", comenta Medel. Tras tener noticia de los bombardeos en Odesa, los cuales no oyeron al estar dormidos, él y su mujer, Diana, corrieron hacia el sótano que les ofreció la empresa en la que trabaja ella. Desde entonces permanecen en ese edificio a cubierto de "explosiones o tiros" que, desde su posición, afirman haber oído sin capacidad de distinguirlos. La noche del jueves ya la pasaron allí con otras ocho empleados de la empresa en varios colchones improvisados.

El padre de este español residente allí se ha puesto en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores para explicarle la situación de Marcos, pero por el momento no hay una respuesta concreta. De todas formas, no le han cerrado la puerta a una posible futura ayuda a su hijo. Por su parte, a Medel le han deslizado desde la legación que si tiene manera de "desplazarse" por sus "propios medios", que lo haga cuando la situación se tranquilice. Por el momento, la recomendación es que se quede bajo resguardo, sin salir a la calle.

Vuelo frustrado a Atenas

España había instado durante las últimas semanas a los españoles que salieran de Ucrania ante una posible escalada de los acontecimientos, como finalmente ha sucedido. Medel recibió esa respuesta también este jueves desde la Embajada. "Me han dicho que el Gobierno ya avisó de que esto podía pasar", expone. No es que él y su mujer no quisieran marcharse, a pesar del trabajo que tienen allí. De hecho, reservaron un vuelo a Atenas, pero la invasión rusa llegó antes y el espacio aéreo ya está cerrado. "Ahora estamos buscándonos la vida. El jefe de mi chica nos está ofreciendo su segundo coche para poder viajar a Moldavia, que está como a una hora", relata en estas complicadas horas que jamás se imaginó vivir.

Si finalmente viajan hacia Moldavia, que efectivamente tiene un paso fronterizo a 60 kilómetros, deberán tener cuidado por la extrema cercanía del territorio prorruso de Transnistria, que se encuentra dentro de Moldavia pero opera con autonomía y con una fuerte conexión con el Kremlin.

De hecho, una de las hipótesis que barajan expertos es que Putin pueda conectar todo el terreno que conquiste en Ucrania hasta Transnistria. Si eluden las complicaciones con esa zona, Medel y Diana deberán atravesar Moldavia, que no forma parte de la Unión Europea, para luego ir a Rumanía, que sí es país miembro de la UE, e intentar acabar con la pesadilla. Todavía están decidiendo qué hacer.

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