Amanda se encuentra postrada en la cama del hospital desde que el pasado 13 acudió a la pista de atletismo municipal de Magaluf para preparar las pruebas físicas de las oposiciones a Policía Nacional. La valla cedió a las espaldas de cuatro jóvenes y se precipitaron de una altura de casi tres metros. Ella, de 18 años, fue la peor parada. Fracturas en vértebras cervicales, dorsales y lumbares y hematomas intracraneales que le obligan a permanecer completamente inmóvil. 

«La caída al vacío se me hizo eterna», recalcó ayer Amanda desde la habitación de Son Espases donde se encuentra ingresada. Apenas unos instantes antes, una compañera vislumbró el peligro. «Esto parece que se va a caer», auguró cuando una preparadora les instó a apoyar la espalda en las vallas para hacer unos ejercicios de sentadilla.