El olfato de 'Braco' fue determinante para detectar el pasado miércoles un alijo de 8,3 kilos de cocaína ocultos en una nevera transportada en una furgoneta en el Moll Vell de Palma. La cantidad más elevada intervenida en los últimos meses en Mallorca y era destinada, presuntamente, a los clanes de Son Banya. El vehículo fue interceptado por la Policía Nacional y su perro antidroga, uno de los más avezados en esta especialidad, marcó desde el primer momento la existencia de la sustancia estupefaciente. Esta se encontraba perfectamente camuflada y envuelta en plástico en el refrigerador. También hallaron pastillas de éxtasis y hachís. El conductor, argentino de 34 años, fue detenido por un presunto delito contra la salud pública.
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