Dos de los cuatro portugueses acusados de violar en manada a dos chicas en un piso turístico de Gijón el pasado fin de semana pasaron ayer su primera noche en la cárcel de Asturias tras decretar la jueza su ingreso en prisión provisional, acusados de los delitos de agresión y abuso sexual. Por su parte, los otros dos implicados fueron puesto a última hora de la tarde en libertad provisional a la espera de juicio y regresarán a Braga (Portugal) en las próximas horas, la ciudad de la que todos los implicados son oriundos. Ese es el resumen del auto judicial emitido ayer por la jueza sustituta del Juzgado de Instrucción número 5 de Gijón, que decretó estas medidas para los acusados a petición de la Fiscalía y de la acusación. Por su parte, la defensa, ejercida por el abogado Germán Inclán, mantuvo ayer en el Palacio de Justicia de Gijón que el sexo fue consentido. El letrado achacó la decisión de la jueza a la presión social y política que el caso ha generado. “Todos sabemos que influye que una chica se ponga a llorar a la hora de declarar”, apuntó.
