El cuerpo de Isabel presentaba 37 puñaladas en el cuello, estaba embarazada de seis meses y ejercía la prostitución en su casa de Xátiva.

Fue detenido este hombre, su pareja, llegó a pasar 8 meses en prisión acusado del crimen, pero lo dejaron en libertad con cargos.

En el cadáver de Isabel había varios restos de ADN de su pareja, pero también de clientes, entre ellos David Soler. Los investigadores recogieron allí un calzoncillo y su rastro se correspondía con el del ahora asesino confeso de Wafaa. La juez lo llamó a declarar el pasado 5 de junio y reconoció que mantenía relaciones con ella, también que la prenda interior era suya, pero que no sabía cómo había llegado a la escena del crimen.

La policía tiene acreditado que estuvo con Isabel dos días antes de morir.