Las quejas de varios vecinos de Can Pastilla por el aumento de la venta y consumo de drogas en la zona, puso a la Policía sobre la pista de un hombre, de unos 47 años, que al parecer vendía las sustancias estupefacientes en la calle, algunos establecimientos e incluso en su domicilio. Tras varias semanas de investigación, los agentes sorprendieron al sospechoso 'in fraganti', cuando realizaba una venta cerca de su domicilio.