Una fila tras otra de coches inservibles, esperando a ser hechos pedazos, llenan un desguace de Benaguasil. Apenas queda un pequeño camino por el que pasa una excavadora para seguir apilando vehículos. En este lugar hay decenas de los 130.000 vehículos que la riada destruyó. Algunos han sido peritados antes de llegar aquí, pero otros propietarios siguen buscando entre las campas de los pueblos.

El Gobierno valenciano quiere vaciar estos solares cuando antes, por eso busca fórmulas para acelerar su traslado a los desguaces. Cada día se retiran 1.000 y el Consell quiere elevar esa cifra a 5.000. Puntos que se quedan pequeños en pocos días, por lo que se ha llegado a un acuerdo para incorporar desguaces y transportistas de toda España.