El volcán de la Cumbre Vieja sigue expulsando lava sin cesar, alimentando las coladas primigenias o creando otras nuevas que bajan veloces por la ladera o se ralentizan en el valle. Pero inexorablemente se dirigen al océano, destruyendo casas y plataneras a su paso, y obligando a la puesta a salvo de la población.
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Volcán en La Palma