La incesante lluvia y las fuertes ráfagas de viento que han superado los 100 km/hora han causado abundantes daños materiales en el Llevant de Mallorca.

En Cala Ratjada la borrasca Juliette ha derribado gran cantidad de árboles y ha causado destrozos en los techos y fachadas de gran cantidad de terrazas.