La procesionaria ya está en el campo, después de eclosionar gracias a las elevadas temperaturas de febrero. Aunque la conselleria de Medio Ambiente acaba de terminar la campaña de control de la plaga en 34 zonas naturales y áreas recreativas de Mallorca y Menorca, y los ayuntamientos de la isla también programan actuaciones anuales, es importante protegerse contra la oruga del pino si vamos de excursión o visitamos zonas naturales de Mallorca en esta época del año.

Las temperaturas primaverales de febrero han hecho eclosionar los bolsones de la procesionaria de las copas y ramas de los pinos, liberando las orugas, muy urticantes al contacto con la piel de las personas, causantes de reacciones alérgicas y de irritaciones en forma de sarpullido o erupción cuello, brazos, piernas y torso, reacciones que puede durar varias semanas y provocar conjuntivitis y en los casos más graves problemas respiratorios.