Hace sólo unos días Toni Comín anunciaba su candidatura a presidir el llamado Consell de la República, lo que Puigdemont y los suyos califican el Gobierno catalán en el exilio. Comín se presentaba a pesar de que está en marcha una auditoría interna por haber cargado gastos presuntamente injustificados a ese Consell. Ahora, salta además una denuncia que, según parece, Carles Puigdemont y otros dirigentes de Junts conocían desde antes de las elecciones al Parlamento Europeo del pasado mes de junio. Es precisamente ante ese Parlamento donde el exasistente de Junts ha formalizado su denuncia contra Toni Comín. En un relato muy detallado acusa a Comín de tocamientos, insinuaciones y hasta propuestas sexuales. El eurodiputado electo, pero sin el acta al no haber acatado la Constitución española, ha negado los hechos a través de un comunicado. Asegura que eran "bromas y comentarios más o menos oportunos en el marco de una relación de confianza y amistad". Y asegura que el denunciante insistió mucho en trabajar para él y rebaja su condición de asesor a la de colaborador esporádico. Junts ya ha abierto una investigación interna y anuncia que estudiará si toma medidas cautelares contra Comín.