El consejero andaluz de Medio Ambiente pidió la reunión, pretendía disipar las fuertes reticencias de la Comisión Europea a su plan de regadíos para Doñana. Pero el consejero andaluz lejos de inclinar a Bruselas a su favor ha tenido que escuchar cara a cara el rechazo rotundo del comisario de Medio Ambiente. La comisión está preocupada, profundamente preocupada, le ha explicado, porque la aplicación de esa ley podría degradar el humedal protegido de Doñana. El Gobierno se aferra a la oposición de Bruselas para reclamar a la Junta que retire la propuesta. Ribera avisa que si la Junta persiste estudiará como trasladarle una posible multa europea.