Gobierno y sindicatos de nuevo de la mano en un primero de Mayo, Día de los Trabajadores, marcado por una reivindicación prioritaria, las subidas salariales, que compensen la perdida de poder adquisitivo de los asalariados. Con la inflación desbocada y en cifras históricas. UGT y CCOO aparcan las habituales reivindicaciones que en un día como el de hoy suelen hacer al poder politico y las dirigen a las empresas amenazandolas con un "polvorín social" si no satisfacen las demandas sindicales en la negociación colectiva.