La Palma vuelve a temblar. A las 11 de la noche, hora canaria, registraban un terremoto de magnitud 4'8, el más intenso hasta ahora.

Ayer el volcán volvía a escupir una enorme cantidad de lava. Uno de sus brazos amenaza ahora con atravesar de lleno el barrio de La Laguna. Toda la esperanza de los vulcanólogos está puesta en la orografía.

Confían en que las vaguadas del terreno la desvíen hacia la segunda colada, la que llegará al mar en cuestión de horas. La inyección de un gran caudal de lava ha hecho que recupere velocidad. Discurre ahora entre 5 y 10 metros por hora.

Está a unos 30 metros del acantilado, en Tazacorte. Allí los vecinos esperan con resignación un nuevo confinamiento. El choque de la lava con el agua del mar generará una nube de gases tóxicos, muy cerca de sus casas.