Algo más lento de lo que estaba previsto, pero el frente de la lengua de lava llega al corazón de Todoque. Al pequeño centro donde se sitúa la iglesia y los restaurantes. Vemos a brigadas y excavadoras en esa línea de destrucción. Intentan en una lucha casi imposible reconducir la trayectoria con bloques Y SUERCOS para que dañe lo menos posible. Esta mañana esta zona, con la casa verde frente a la rotonda estaba así. Un par de horas después, se viene abajo. Camino lento hacia un símbolo del barrio. Avanza hacia la iglesia. La colada está a escasos metros del edificio que centra la actividad de la zona. Mientras desde zonas altas, zonas seguras se vigila. En esta colina no solo hay técnicos, también vecinos cruzando los dedos. esperando que las pendientes, que el desnivel salven su casa por puro azar.