Dejan flores en la puerta de su panadería, el negocio familiar que regentaba Mónica con su hermana y que hoy no debería haber cerrado. Sus clientes y amigos están destrozados. Su asesinato presuntamente a manos de su actual pareja ha sido un mazazo para los vecinos de este barrio de Coruña. Algunos sí habian escuchado discusiones estos días pero nadie imaginaba algo así. Ella les había contado que estaba ilusionada con esa nueva relación que había comenzado hace un par de meses.