Los problemas, las dificultades, los inconvenientes siguen ahí, abajo. Pero desde lo alto el Madrid de la gran Nevada transmite otras sensaciones. Casi tres días después la nieve cubre algunos de los edificios, monumentos, de la ciudad: El palacio Real, la fuente de Cibeles, la plaza de las Ventas. Inusuales y espectaculares imágenes. En el imaginario quedará aquellos días que nos dieron un Madrid distinto.