La LOMLOE, más conocida como Ley Celaá, saldrá definitivamente adelante sin cambios y antes de Navidad. Una rapidez que responde a que el texto no va a volver al Congreso porque se mantiene igual, sin ninguna de las 646 enmiendas presentadas. Ni las numerosas manifestaciones paralizan la reforma educativa. A partir del próximo curso, se eliminará el castellano como lengua vehicular. No se ofertará una materia alternativa a religión, que dejará de ser evaluable, y repetir será excepcional: los alumnos podrán pasar de curso con una o dos asignaturas suspensas. Además, en 10 años, los centros de educación especial tendrán que ser autosuficientes. Las críticas también surgen por el tratamiento de la escuela concertada, que no podrá recibir ciertas cuotas de las familias ni tampoco separar al alumnado por género. Con la nueva ley, se da carpetazo a siete años de la LOMCE o Ley Wert.