Operación de última hora. A media mañana el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunciaba el confinamiento perimetral de siete grandes ciudades de la comunidad y alrededores. Cierres que se suman al de Orense y que han empezado a las tres de la tarde dejando a más de un millón de gallegos sin tiempo para reaccionar. Los planes previstos para este fin de semana se han cancelado de pronto y también las visitas o reuniones, porque en las zonas perimetradas se han prohibido los encuentros entre personas que no sean convivientes. Son medidas de urgencia que se aplican en los puntos donde se acumulan los más de 8.000 casos que hay activos en la comunidad que hoy, además, ha registrado la mayor cifra de contagios en las últimas 24 horas con 696 positivos. De esta manera se intetan evitar desplazamientos y proteger así del virus las zonas rurales. Un bloqueo que, por el momento, se mantiene hasta el martes.