Barcelona no consigue sanear sus cifras del coronavirus. La curva de contagios apenas ha descendido en los últimos siete días. La ciudad sigue por encima de los mil afectados semanales. Un problema que se expande a su área metropolitana y que obliga a imponer restricciones de aforo en tres nuevos municipios: Castelldefels, Gavá y Sant Feliú de Llobregat. Donde han conseguido reducir a la mitad el número de positivos es en Lérida y la comarca del Segriá. En cuestión de horas sus calles saldrán del aislamiento, pero con restricciones de aforo en comercios y bares que solo podrán atender en la terraza hasta las doce de la noche. Y las reuniones sociales quedan limitadas a diez personas. El pronóstico en la zona sigue siendo grave.