La relajación que parece haber contagiado la calle ha obligado a toda Cataluña a ponerse la mascarilla obligatoriamente. A partir de mañana, la distancia de seguridad ya no será excusa. Tendrán que usarla en cualquier momento y en cualquier sitio: cerrado o al aire libre. Habrá sanciones para los irresponsables y excepciones para el alivio: en casa, al hace deporte o en la playa. En pocos meses han pasado de no llevarla a no quitársela. Un aviso para el país entero, que ve como los rebrotes están evidenciando la enorme importancia de las mascarillas. Además, una campaña de Cruz Roja recuerda otras medidas de seguridad, como la distancia social y el lavado de manos, que nunca hay que olvidar.