Las dos detenidas por el asesinato de Isabel Carrasco, la presidenta de la Diputación de León que fue tiroteada el pasado lunes, han ingresado en la prisión de Villahierro alrededor de las cinco de la madrugada de este jueves. Madre e hija han prestado declaración ante el instructor del caso desde las ocho de la tarde de este miércoles. Pero ha sido tras ver a su hija derrumbada cuando Montserrat González ha pedido que la dejasen en paz "porque fui yo quien disparó", confesión que ha acompañado de detalles. "Lo planifiqué hace más de un año porque es un tema mío personal con Carrasco", ha explicado. "La maté por venganza y porque se lo merecía, ha hecho mucho daño a mi familia". Las primeras investigaciones apuntan a que madre e hija habían intentado varias veces el crimen.