Los pescadores de Balears están muy enfadados porque esta temporada se está repitiendo una circunstancia que, pese a sus reiteradas denuncias, las autoridades no acaban de solucionar: las redes de sus barcos de arrastre capturan de forma accidental grandes atunes rojos en avanzado estado de descomposición que se encuentran en los fondos marinos tras haber sido abandonados a la deriva por las grandes embarcaciones de cerco venidas de la península y de Francia, Italia y Malta a la pesca de esta codiciada especie.