A los adolescentes, los pandemials, les ha llegado la crisis de la covid-19 en una etapa «muy vulnerable, cuando buscan más las respuestas en un grupo de iguales que en la familia», señala Ana María Madrid. La psicóloga, educadora social y sexóloga apunta a que «la interacción social es fundamental para el desarrollo cerebral cuando se desarrolla la personalidad y el sentido de la vida», precisamente en esa etapa en que «nos desvinculamos de nuestra familia». Y pronto hará un año que subsistimos entre limitaciones, abocados a cuatro paredes y el núcleo familiar. Después de todo estamos viviendo «un pseudoconfinamiento encubierto», que por suerte no es como el del marzo, cuando «había chavales que ni siquiera salían de su cuarto». Vivían un doble confinamiento.