El desastre causado por la borrasca Filomena ha convertido en una «odisea» el traslado desde Madrid a Mallorca de los pasajeros que se quedaron tirados en la capital española por el cierre del aeropuerto. A los que van logrando regresar a la isla, a cuentagotas, ante la reanudación de forma parcial de las operaciones en Barajas, se unen los contratiempos de los que no logran salir rumbo a Madrid. El enfermero Juan Fernández llegaba ayer muerto de cansancio y con el pesar de que sus compañeros le han tenido que estar cubriendo en la UCI del hospital de Inca estos días.
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