El ataque áreo del viernes sobre Beirut ha descabezado a la milicia más importante de la región. Varias bombas arrasan cuatro edificos de siete pisos donde se encontraba el jeque Hassan Nasrallah, el carismático líder de Hezbolá. En sus bombardeos sin tregua, Israael ha acabado uno a uno con toda su estructura, intercediendo en sus comunicaciones y dejando muertos y malheridos a miles de militantes. Fue el viernes cuando Netanyahu, desde una habitación de Nueva York dio la orden de asesinar al jefe de esta milicia que todavía cuenta con fuerza y apoyo iraní para responder. El conflicto se recrudece mientras a Israel va aumentando sus frentes. Netanyahu suma al Líbano la ofensiva en Gaza. En su guerra contra Hamás, más de 40 mil palestinos han muerto a causa de la ofensiva militar israelí. El fin de semana, interminable en ataques, se ha centrado en Yemen. Decenas de aviones de combate bombardean a los hutíes de Yemen atacando centrales eléctricas y un puerto marítimo. Netanyahu ha dejado claro que no hay lugar en Oriente Próximo al que no llegue el brazo de Israel.
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Oriente Próximo