Boris Johnson logra superar la moción de censura interna aunque recibe un duro castigo de sus propios diputados. Las fiestas ilegales en Downing Street durante la pandemia han llevado al 40% de los miembros de su propio partido, 148, a votar por su destitución. 211 diputados han apostado por su continuidad. "Creo que es un resultado contundente, decisivo, que significa que como Gobierno podemos seguir adelante". Johnson sobrevive por la mínima, necesitaba 180 apoyos, pero ahora con los tories divididos no le va a ser fácil gobernar. No obstante, asegura que no está "interesado en adelantar las elecciones". Este resultado es peor al alcanzado en 2019 por su predecesora, Theresa May. Ella también salvó el obstáculo, pero a los pocos meses tuvo que dimitir. La actitud del primer ministro pidiendo disculpas a medias y sin mostrar el suficiente arrepentimiento ante los votantes podría pasar factura a toda la formación, al Partido Conservador.