Se presenta a cámara. Roman Protasevish asegura que se encuentra bien de salud y que ha ingresado en la Prisión Número 1 de Minsk. Una declaración que podría parecer normal, hasta que el periodista opositor al régimen de Lukashenko reconoce los delitos de los que se le acusa. Se declara culpable de organizar disturbios masivos en Minsk. Palabras que desde la oposición y su propio padre tildan de coacción e incluso creen que podría llevar maquillaje para ocultar sus heridas . Protasevich, comenzó en la adolescencia su papel activista y fue detenido por primera vez con 17 años. En noviembre fue incluido en una lista de terroristas en su país. Delito por el que podría ser condenado incluso a la pena de muerte. Casualidad o no, Lukashenko aprobó ayer una ley que prohíbe a los periodistas informar en directo de las manifestaciones opositoras no autorizadas por su gobierno.