La policía antidisturbios rusa ha detenido este domingo a centenares de personas que se manifestaban en Moscú por la liberación del opositor Alexei Navalny. Fueron decenas de miles los manifestantes las que se echaron a las calles, en una marcha declarada ilegal por el gobierno ruso, pidiendo su puesta en libertad desde el centro de la capital rusa hasta la prisión 'Matrosskaya Tishina', donde se encuentra recluido el activista político. La Policía ha detenido a más de 2.700 personas en todo el país, por haber salido a la calle a mostrar su oposición a Putin. El político de la oposición fue arrestado el 17 de enero tras regresar a Moscú desde Alemania, donde se estaba recuperó de un intento de asesinato con envenenamiento el verano pasado. Navalni acusa a Putin de ordenar su asesinato, lo que el Kremlin niega. El dramático regreso de Navalni a Moscú a pesar de la obvia amenaza de arresto y las protestas que ha provocado su encarcelamiento, representan un gran desafío para el presidente ruso, quien ha dominado el panorama político durante más de dos décadas. En un movimiento muy inusual, la policía impuso un bloqueo de seguridad en el corazón de la capital, cerrando las calles a los peatones cerca del Kremlin, cerrando estaciones de metro y desplegando cientos de policías antidisturbios mientras nevaba.