La palabra "derrota" no existe en el lenguaje de Donald Trump. Pero en su cara sí. En el otras veces distendido acto de indulto al pavo de Acción de Gracias, el todavía presidente ha querido indultarse a sí mismo. Recordando que es ahora, durante su mandato, cuando llegan las vacunas y cuando la Bolsa rompe récords.