Su postura inflexible ha estado a punto de hacer descarrilar esta cumbre europea que se postula como una de las más largas en la historia. Liderados por el primer ministro holandés, Mark Rutte, los llamados países frugales, por ser los más austeros de los últimos años, están llevando al límite las negociaciones del fondo de recuperación tras la pandemia propuesto por Alemania y Francia.