El Real Mallorca depende de sí mismo para ascender a Primera División porque se lo ha ganado a lo largo de la temporada. A la afición se le está haciendo larga la segunda vuelta, y quizá al equipo también, pero pretender subir a falta de cuatro jornadas es una ingenuidad. Ahora toca resistir y ya llegará el final feliz. Seguro.
Para ver este vídeo suscríbete a Diario de Mallorca o inicia sesión si ya eres suscriptor.
¿Ya eres premium? Inicia tu sesión aquí