Después de que en 2020, con motivo de la pandemia, se congelasen los derribos y desalojos en Son Banya, no solo se paró en seco el proceso para eliminar este asentamiento, sino que algunas familias regresaron a habitar algunas de las viviendas ya tapiadas, e incluso construir nuevas.

Ahora, habiendo pasado ya la pandemia, el Ayuntamiento de Palma ha retomado las acciones contra esta comunidad de chabolas.