Que la Plaza de España necesita una reforma es, prácticamente, la única cuestión en la que coinciden vecinos, comerciantes y el Ayuntamiento de Palma. El cómo y el cuándo, en cambio, genera una polémica que ha confrontado a todos los afectados. Mientras que unos piden prorrogar las obras para no entorpecer la campaña navideña, otros creen que la urgencia de los arreglos no admite más retrasos.