La lista de convocados era hoy lo de menos, el seleccionador nacional masculino, Luis de la Fuente quería primero pedir perdón: "no tengo que dimitir, tengo que pedir perdón". Ha intentado explicar por qué aplaudió al entonces presidente Luis Rubiales en la asamblea del viernes pasado y por qué incluso se pudo en pie cuando concluyó su intervención. Dice De la Fuente que se quedó en blanco, sobrepasado y sin saber cómo reaccionar porque no se esperaba que el presidente fuera a aferrarse al cargo. Su comunicado posterior en el que sí censuraba sin paliativos el comportamiento de Rubiales se emitió 24 horas después. En esta semana, reconoce, no ha hablado con Jenni Hermoso. De la Fuente sigue en el puesto, dice que tiene la confianza de los presidentes territoriales.
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