La Rosaleda fue testigo del idilio entre los aficionados españoles y el nuevo seleccionador nacional de fútbol. Un Luis de la Fuente que cumplió y logró dar aire a una España que no hace tanto vivía asediada por las dudas, pero que ante Noruega se convirtió en apisonadora (3-0). En la zona mixta, Joselu, uno de los protagonistas indiscutibles del encuentro con dos golazos, reconoció que marcar fue "un momento especial y único". Otro de los nombres propios sobre el césped, Yeremi Pino, sacó pecho de los jugadores del banquillo que ofrecieron un recital de energía y ganas cuando el partido parecía atascarse. "Al final los que estamos en el banquillo estamos con mucha hambre de jugar, de demostrar y se ha notado", explicó.