Chile ganó su primera Copa América de la historia y el país entero se echó a las calles para celebrar un logro histórico ataviados con gorros, bufandas y banderas del país. Los gritos de los aficionados, así como las bocinas de los coches sonaron hasta bien entrada la madrugada y pusieron la banda sonora de una celebración que se desató después de que Alexis Sánchez convirtiese el penalti decisivo. Por su parte, los futbolistas de la selección dirigida por Sampaoli, con su capitán Claudio Bravo al frente, fueron recibidos por la presidenta del país, Michelle Bachelet.