Rossy de Palma estrenó anoche su 'Resilienza d'amore' en el Teatre Principal. Durante la hora y media que dura la obra, Rossy de Palma cantó, lloró, rió, hizo reír al público, se puso mil objetos –incluso panes y cojines– en la cabeza, charló con el público y con sus amigos que estaban en las butacas.