Hay un partido catalán que cambia de nombre cada vez que tiene un problema. Se llamó Convergència, y estaba tan identificado con Jordi Pujol que cuando el expresident anunció su fortuna millonaria en paraísos fiscales, hubo que enterrar la denominación a toda prisa.

Fue PdeCat, Junts, incluso alcanzó la denominación Democràcia i Llibertat, como si pudiera existir la democracia sin la libertad.