Las infantas Elena y Cristina, números tres y seis en la sucesión al trono, denuncian haber sido torturadas en Emiratos Árabes durante una visita al Golfo. En su conmovedor relato, a su llegada a Abu Dabi fueron secuestradas y encerradas en una habitación donde se les inyectó a ambas en el brazo una sustancia tóxica y quizás radioactiva de origen ruso.