En un giro vertiginoso del escándalo, Corea del Norte también ha rechazado ofrecerle a Juan Carlos I el estatuto de refugiado político. En apartamento de 15 metros cuadrados en Pyongyang era la última baza, después de sufrir la negativa de los otros 190 países del planeta. Un portavoz norcoreano ha destacado que Kim Jong Un no quiere competencia, por lo que ni siquiera con una cuarentena, ha aceptado la llegada al país de Juan Carlos, que sería Juan Carlos primero de España y quinto de Corea.