El carbón será el causante de 264.900 muertes prematuras antes de 2030, de seguir con los actuales planes y políticas de expansión de las actividades con este mineral, indica un estudio del grupo de liderazgo climático C40 Cities.

El informe «Ciudades sin carbón: argumentos de salud y económicos para una revolución de energía limpia» busca demostrar la necesidad de una rápida descarbonización, contabilizando por primera vez el impacto de la polución en la población urbana y sus consecuencias económicas en comparación con la energía limpia.

El presidente de la junta de C40 Cities y enviado especial de Naciones Unidas para Ambición y Soluciones Climáticas, Michael R. Bloomberg, aseguró que «no hay lugar para el carbón» en el futuro «sostenible, resiliente e igualitario que buscamos y merecemos». El carbón es la fuente de origen humana más extensa del mundo en emisiones de dióxido de carbono (CO2) y una fuente significativa de las sustancias tóxicas y contaminantes que provocan efectos mortíferos en la salud de las personas.

Contaminación del aire

En concreto, según afirman desde C40 Cities, los planes actuales podrían provocar 264.000 muertes prematuras a causa de la contaminación del aire, 247.000 visitas de emergencia por complicaciones asmáticas o 93.600 nuevos casos de asma entre niños, entre otros. También ocasionarían 121.100 nacimientos prematuros que podrían desembocar en mayor riesgo de muerte, daños crónicos, diabetes o enfermedades cardiovasculares.

Todo ello tendría además un impacto económico en las ciudades de más de 887.000 millones de dólares (760.000 millones de euros), de acuerdo con el estudio.

Las ciudades son el centro de la transición energética, puesto que dos tercios de la energía global se usa en las urbes, donde el 28 % de la red eléctrica mundial está impulsado por carbón.