Desde hace un año sufrimos los efectos devastadores de la pandemia de la covid-19. Una enfermedad infecciosa totalmente nueva que ha reclamado buena parte de la atención mediática e influido enormemente en la opinión pública, además de requerir una enorme cantidad de recursos médicos y asistenciales. Sin embargo, no debemos olvidar que anteriormente, también convivíamos con otras pandemias, no necesariamente infecciosas, pero si reconocidas por las autoridades sanitarias por su extensión a nivel mundial y por su elevada prevalencia. 

Entre estas, ya desde hace 30 años, una de las más conocidas y con efectos más graves es la obesidad. Un peligro silencioso que avanza de forma exponencial, especialmente en las sociedades más desarrolladas, sin que le prestemos la atención que requiere, pese a que la evidencia científica es clara sobre los riesgos que entraña, hoy en el presente y de forma especialmente preocupante en los próximos 20 años. 

La Obesidad es un problema de salud pública importante debido a su morbimorbilidad asociada

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2025, uno de cada cinco adultos en todo el mundo será obeso. Si observamos la evolución, desde 1980 la obesidad en todo el mundo se ha duplicado. De hecho, más de 1.900 millones de adultos -el 39%- mayores de 18 años tenían sobrepeso en 2014 y más de 600 millones de esas mismas personas – concretamente el 13%- eran obesas. 

42 millones de niños menores de cinco años también tenían sobrepeso u obesidad en ese mismo año, sin que desde entonces las cifras hayan mejorado de forma significativa. Así pues, la obesidad es una enfermedad crónica, epidémica y creciente. España no se queda atrás en las cifras, según los datos de la Encuesta Nacional de Salud en 2017, el 54,5% de su población adulta tenía exceso de peso ese año, siendo más frecuente en los hombres y aumentando la tendencia en ambos sexos con la edad.

Conocido el escenario, sabemos también que la obesidad predispone a sufrir otras enfermedades como: la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia (que conforman el síndrome metabólico), o la apnea del sueño. También, reduce la calidad de vida y aumenta el riesgo cardiovascular, el riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer (colon, recto, mama, endometrio, riñón, esófago y páncreas); y es causante de problemas en el hígado, en las articulaciones de cadera y rodilla, provoca reflujo gastroesofágico e incrementa un 25% la posibilidad de sufrir trastornos del estado de ánimo y ansiedad. Adicionalmente, puede estar en el origen de la infertilidad y la disfunción eréctil. En definitiva, es una de las principales causas que acercan a una muerte prematura.

Obesidad y Covid-19 

La conjunción de ambas pandemias agrava sus efectos, según diversos estudios entre ellos el de Wei Jie Chua publicado en 2020 Obesidad y Covid19: el choque de 2 pandemias (Obes Res Clin Pract. 2020 July-August; 14(4): 380–382), afirma que la obesidad juega un rol decisivo en la transmisión del virus. El tejido adiposo puede convertirse en un reservorio de SARS-CoV-2, lo que lleva a una diseminación viral prolongada que se ha observado también en otros virus, incluida la influenza H1N1. La obesidad conduce a un grado menor de éxito de la vacunación y a la aparición de cepas más virulentas debido a la reducción de la producción de citokinas e interferón. Asimismo, los obesos portan más virus infecciosos en el aliento exhalado debido a los mayores volúmenes de ventilación. Por último, las personas con obesidad que enferman críticamente presentan intubaciones más desafiantes, así como dificultad para posturas en decúbito prono y riesgo de ventilación mecánica prolongada. 

En el Hospital Quirónsalud todo el proceso funciona bajo la supervisión y seguimiento de los especialistas de Endocrinología Quirónsalud

Causas de la Obesidad

La obesidad es un trastorno de causa multifactorial. Entre las causas que la provocan se consideran de manera especial la edad, el sexo, la menopausia, el sedentarismo, la privación de sueño, los cambios de ciclo sueño-vigilia y el estrés o -la más obvia y rápidamente identificable para el gran público- la sobreingesta de alimentos en general, y particularmente la ingesta de azúcares refinados y grasas, el insuficiente consumo de frutas y verduras, así como el desfase de horarios en las comidas, etc. La genética, asimismo, es la responsable del 20%-40% de las causas de obesidad. Por otro lado, se han identificado algunas enfermedades del sistema nervioso central o psiquiátricas que pueden producir una ansiedad que lleven a una ingesta compulsiva, así como enfermedades endocrinas (hipotiroidismo, síndrome de Cushing). 

¿Qué beneficios nos aporta la pérdida ponderal? 

Pérdidas de peso de incluso el 5% mejoran los componentes del síndrome metabólico, previenen enfermedades graves e incrementan la sensación de bienestar y la capacidad funcional. Por ejemplo, perder entre 2.5-5.5 kg de peso tras dos años reduce el riesgo de diabetes en un 30%-60%. 

¿Cómo abordar el tratamiento de la obesidad? 

Para empezar, debe enfocarse siempre sobre la habituación a una alimentación variada, saludable y equilibrada en el contexto de la dieta mediterránea y la práctica de ejercicio físico regular. El tratamiento farmacológico está indicado en pacientes con índice de masa corporal (IMC) > de 30 kg/m2 ó >27 kg/m2 en asociación a otras comorbilidades. 

Además de la adherencia a una alimentación equilibrada y estructurada, disponemos de fármacos que han mostrado su eficacia en la reducción de peso para aquellas personas que no consiguen sus objetivos.  

Unidad de Obesidad del Hospital Quirónsalud Palmaplanas

La Unidad de Obesidad del Hospital Quironsalud Palmaplanas cuenta con especialistas en endocrinología expertas en el asesoramiento y seguimiento exhaustivo y personalizado de esta patología. 

Por un lado, existen tratamientos farmacológicos que siempre deben ser indicados y supervisados por un médico especialista en el área. 

Paralelamente, cuando los tratamientos anteriores fracasan y/o cuando el paciente presenta obesidad grave (IMC >= 40 kg/m2 ó IMC 35-40 kg/m2 junto con otras enfermedades importantes), una alternativa terapéutica efectiva -que a largo plazo ha demostrado una reducción de enfermedades y de mortalidad- es la cirugía de la obesidad y/o cirugía bariátrica. Existen diferentes técnicas quirúrgicas de este tratamiento: técnicas restrictivas puras (gastrectomía vertical) o técnicas mixtas (by-pass gástrico). Ambas se suelen realizar por vía laparoscópica, lo que supone una estancia hospitalaria menor y una recuperación más rápida. 

¿Qué técnica escoger? 

Para indicar cualquier técnica se tendrá en cuenta el patrón alimentario, el IMC, la edad, las enfermedades asociadas y el riesgo quirúrgico individual de cada paciente. La toma de este tipo de decisiones debe llevarse a cabo por un equipo o unidad multidisciplinar de profesionales experimentados, con un volumen de actividad alto (endocrinólogo, psiquiatra-psicólogo, cirujano, nutricionista y otros especialistas según las enfermedades asociadas). Los pacientes precisarán de un estudio preoperatorio amplio y completo a fin de tomar una decisión consensuada sobre la técnica quirúrgica más adecuada para cada caso.  

En el Hospital Quirónsalud Palmaplanas todo el proceso funciona bajo la supervisión y seguimiento de las especialistas de Endocrinología de la Unidad de Obesidad, un equipo experto que acredita una excelente capacidad de trabajo con los pacientes orientado a conseguir los objetivos de reducción de peso saludables y deseados por los pacientes.