Algunas personas tienen la suerte de nacer con una constitución física envidiable, están predispuestas genéricamente a ello. Otros para conseguirlo y mantenerlo debemos hacer algún tratamiento concreto, pero por suerte al alcance de todos.

¿Quién no se ha sentido alguna vez molesto, incómodo, con esa supuesta curva de la felicidad? La medida de la circunferencia del abdomen es uno de los parámetros indicativos de riesgo de síndrome metabólico, o lo que es lo mismo, sobrepeso con tendencia a cierto tipo de problemas de salud, que pueden hacernos la vida bastante incómoda. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido unas cifras por encima de las cuales ya hay que poner la voz de alarma. Para los hombres esa circunferencia abdominal no debe sobrepasar los 94 cm y para las mujeres no debe superar los 80 cm. Por encima de eso hay mayor riesgo de problemas cardiacos, circulatorios, tendencia diabetes, etc.. De ahí que, lamentablement,e la curva de la felicidad no es precisamente lo que dice que es.

Vemos, pues, que no es solamente un problema estético. Es un indicativo de una mala forma física, que nos hace más vulnerables, incluso irritables, incómodos y pesados.

Diagnósticos y planes

Hoy en día tenemos diferentes métodos de diagnóstico de la procedencia de esa curva. Y de vital importancia para su resolución es saber a qué se debe. No es lo mismo una distensión abdominal, muchas veces producidas por intolerancia alimenticias, malos hábitos de vida, disfunción digestiva..., que pueden producir síntomas de inflamación abdominal. Es estos casos, realizamos un test de sangre que nos ayuda a determinar el tipo de dieta más saludable para ese paciente y su estado de salud. Mediante una dieta equilibrada, lo que denominamos Plan Metabolic Balance, conseguimos resetear el metabolismo del paciente. Irá disminuyendo la cifra de circunferencia abdominal, pero no solo eso, también mejorarán todas las funciones del organismo, digestivas, circulatorias, pancreáticas... y hasta en la piel se observa una mejoría evidente, en definitiva, menos estrés, menos inflamación. Consecuencia: calidad de vida.

Otra causa ya seria el aumento de grasa localizado en el abdomen. Aquí habría que distinguir si es grasa visceral o intraabdominal (dentro de la pared muscular y alrededor de los órganos), que es la más peligrosa para la salud pues dificulta el buen funcionamiento de esos órganos vitales; o bien, grasa extraabdominal o subcutánea, que es la que se almacena debajo e la piel.

En el primer caso el tratamiento debe ser bajo tres conceptos claros y bien definidos. Al mismo tiempo y conjuntamente debemos realizar tres pasos: corrección de hábitos de vida realizando control dietético, aumentar el ejercicio físico y el tratamiento en consulta, mediante la aplicación de ultrasonidos focalizados, que van a dirigidos principalmente a la grasa intraabdominal. Estas ondas ultrasónicas estimulan las terminaciones nerviosas del nervio simpático, activando una hormona que va a producir un proceso de lipolisis (descomposición de las grasa del adipocito o célula grasa, que es convertida, así, en fuente de energía para el cuerpo que es rápidamente consumida por la musculatura. Se recomiendan dos sesiones semanales durante 4-6 semanas.

En el segundo caso, la grasa subcutánea, también tiene un tratamiento claro y preciso. Ahí la técnica de Lipolaser, siempre y cuando sea una persona con un normopeso y sin tendencia a la obesidad. Mediante la acción de una fina y flexible fibra de laser, introducida en el propio tejido adiposo, conseguimos gracias al calor intenso que genera, la dilución o fluidificación d esa grasa. Al convertirse en en una masa líquida su aspiración es muy sencilla y poco traumática. En este caso, requerimos dos días de cierto reposo y una faja compresiva durante 15 días, pero se consiguen resultados inmediatos y permanentes. Esa grasa , al ser extraída, no reaparece nunca más, es una perdida definitiva y para siempre.

Podemos afirmar que la felicidad no la da la curva abdominal, si no una vida sana, saludable y en buena forma física. Si además, el vientre es plano, mucho mejor.

Para conseguir un vientre plano, no existen productos milagrosos.

Si quieres conseguirlo, debes cambiar tus hábitos y ser constante.

Clínica Morano

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