Los responsables de la división de videojuegos de Sony están proporcionando actualizaciones de firmware para PlayStation 3 y PlayStation Vita. Por desgracia, estos parches no se corresponden a aquellas piezas de software suplementario destinado a mejorar o aportar más estabilidad a las videoconsolas, algo que sería de halagar, sino de los que tienen el objetivo de restringir muchas de sus funciones.

Menos PlayStation

Esto quiere decir que, una vez aplicada la nueva versión de la videoconsola sus propietarios encontrarán restricciones para administrar los perfiles existentes y ya no podrán usarlas para crear nuevas cuentas en PS Store, que ahora se crearán usando las páginas de PlayStation 4, PlayStation 5 o la propia web de PlayStation. La actualización también incrementa los requisitos de seguridad de los sistemas de entretenimiento, obligando a los dueños a utilizar soluciones de dos pasos en el proceso de inicio de sesión.

Tanto el método como la forma no suponen sorpresa alguna, ya que no es la primera vez que la multinacional utiliza actualizaciones de firmware para restringir funciones en PlayStation 3 y PlayStation Vita. Incluso, a pesar de haber revertido la decisión de cerrar las tiendas en ambas plataformas, en estos momentos se impide a los consumidores realizar nuevas compras utilizando tarjetas de crédito.

El firmware es obligatorio

La descarga del firmware 4.89 (PlayStation 3) y 3.74 (PS Vita), y su instalación es obligatoria para quienes quieran seguir utilizando los recursos en línea de las plataformas. Si bien Sony afirma que los cambios se realizan para mejorar la seguridad de sus sistemas, las restricciones también podrían percibirse como un estímulo para que estos usuarios abracen hardware más reciente y, sobre todo, más rentable para la compañía.

Desde que se lanzó PlayStation 5, la multinacional japonesa ha ido tomando decisiones dirigidas prácticamente a “borrar” del panorama las referencias a sus viejas consolas. Recientemente, tanto los propietarios de PS3 como de PSVita viene experimentando algunos problemas relacionados con el mantenimiento de sus juegos -comprados por los usuarios y cobrados por PlayStation-. En ambas plataformas, un supuesto “problema de validación” comenzó a bloquear el acceso a los juegos de PS1, mientras que la portátil también sufre problemas que impiden a muchos usuarios adquirir contenido.