El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha abierto la batalla a las cajas de recompensa o 'loot boxes' de los videojuegos, un tipo de premio que se obtiene previo pago de pequeñas cantidades de dinero, que regulará para prevenir la ludopatía entre los más jóvenes.

En su primera comparecencia como ministro, Garzón ha recordado algunas de las medidas más importantes del borrador de real decreto que regula la publicidad del juego, presentado la semana pasada, que forma parte de un plan integral de lucha contra la ludopatía.

Dentro de este plan quiere incluir la regulación de las 'loot boxes', porque, ha explicado, son una de las estrategias de fidelización de las empresas de este sector, según las cuales el usuario paga pequeñas cifras de dinero real por un premio, como "un jugador que dispara mejor o mete más canastas" y que es sorteado aleatoriamente.

Y ello puede llevar a que "una niña de 15 ó 16 años pida a su padre 10 euros, y otros 10, y otros 10", dando paso a comportamientos "compulsivos" que están preocupando al Ministerio porque abren la vía al juego problemático entre menores sin que sus padres sean conocedores del riesgo de estos elementos nocivos de los videojuegos. Con la particularidad además de que se están produciendo en un entorno no regulado en nuestro país, al contrario de lo que sucede en otros países europeos.